Te vas de nuestro lado con tu eterna sonrisa y tu forma de ser, sin despedirte, pero las despedidas son tristes y tu nunca lo has sido. Nos has enseñado a vivir la vida a tope y de verdad. Yo te decia, no me grites y tu me contestabas " que es mi tono de voz, Mari"! todavia escucho tus carcajadas y te veo ayudandome con el DIY. Te echare mucho de menos. Cristina Paramo